Aboud Saeed abrió su página de Facebook cuando estalló la revuelta siria contra el régimen de Assad. Desde esa única ventana posible, comenzó a lanzar mensajes de su vida cotidiana como postales fragmentarias siempre al borde de la muerte. Por el desparpajo de sus confesiones íntimas, por su lenguaje siempre al filo de sus propios límites, lo llaman “el Bukowski sirio”. Este ángel rebelde que se sirve de Facebook, de su banalidad, y al mismo tiempo lo cuestiona, es el paradójico producto de esos espacios de libertad que se abren cuando todo está por perderse. Los testimonios de Saeed se leen como una crónica escrita desde un futuro probable: afuera, la destrucción; adentro, el mundo perfecto de las redes sociales. Una estrategia de supervivencia escrita sin lamento ni autocompasión.