«Yas» es el título de la canción perfecta. Y es también el apodo de la esquiva Tania, una joven trompetista y cantante a la que buscan casi todos los protagonistas de este libro. Yas es además una forma más simple de escribir jazz. Yas solo tiene tres letras pero muchos significados. En esta novela de debut se relata la noche de insomnio de Manu, un joven librero y periodista que recorre Madrid en una madrugada desierta encontrando o evocando a todos los que rodearon su historia de amor perdido, mientras su pareja actual, Irene, despierta a solas en la casa vacía. Aquí suena música, suenan pasos en la oscuridad, suenan las lecturas que laten tras este texto de madurez inesperada y arrolladora, y suenan también puertas que se abren y se cierran, en locales o en casas lejanas donde podría estar Yas, o el yas.