Jean–Pierre Fabre, un sexagenario que ha caído al Sena (no sabe cómo ni por qué) se encuentra atrapado en una cama de hospital, privado de tranquilidad e intimidad, con la puerta de su habitación siempre abierta y rodeado de médicos y enfermeras. El muy paciente señor Fabre se entretiene recordando su niñez, su rebelde adolescencia y a las mujeres que amó. Mientras tanto, intenta librarse de los intrusos que vienen a importunarlo: un policía sentimental, un universitario que hace la calle, una enfermera filósofa, un neurólogo depresivo, la adolescente que se empeña en usar su ordenador o el «cirujano–dios» que más que repararlo desea reformarlo. Sin embargo estos encuentros van a dar un vuelco inesperado y le brindarán la oportunidad de empezar una nueva vida. Tierna, divertida y optimista, Unos días para recordar es una fábula hospitalaria que nos habla del tesón, de la amistad y del placer de vivir a cualquier edad.