El relato de Inoue es muy íntimo, y seguro toca una fibra muy sensible en quienes perdieron a uno de sus padres bajo esas mismas circunstancias. Me gusta la naturalidad con la que fluye su narrativa y lo liviana que se siente, a la vez que vamos reflexionando sobre el ciclo de vida y lo que esto conlleva. En general es una muy buena lectura, mi único detalle es que al final tiende a ser muy reiterativo y repite situaciones con su madre, que si no eran exactamente las mismas le eran demasiado parecidas, así que creo que debió cerrar con el fallecimiento de su madre y unas reflexiones finales, porque luego de narrar el fallecimiento volvió a relatar acontecimientos de la decadencia de su madre y fue como volver a varios capítulos atrás, lo que le hizo perder continuidad a la historia. Mi profesora de literatura me dijo que Inoue era su autor japonés favorito, así que es muy probable que continúe con alguna otra obra de este autor.
hace 1 año