Narraciones sobre la mitología romana en íntima unión con la griega, donde no se escatiman las atrocidades, venganzas, sangre, asesinatos, violaciones e injusticias, con un estilo parecido a lo relatado en la Ilíada por Homero.

Pese a que me gusta mucho la mitología, este libro hay que tomarlo casi como un diccionario de referencia. Por su complejidad y densidad, leerlo de corrillo como si fuera una novela es duro y yo recomendaría antes otros autores clásicos como Homero, Sófocles y demás trágicos.

Perfección en estado puro. Me encanta la mitología y con su lectura aprendí muchísimo. La recomiendo a todos aquellos que quieran saber más. 250 mitos. EXCELENTE.

Mi obra literaria favorita de todos los tiempos presentada en una edición fantástica con excelentes notas al pie. Las editoras demuestran un alto conocimiento de la obra de Ovidio y de la literatura clásica en general que me ha ayudado mucho en mis estudios universitarios y que ha expandido muchísimo mis conocimientos. Lo mejor que se ha hecho jamás, Ovidio era y será por siempre un gran maestro.

Uno de mis favoritos,en lo personal te atrapa desde el inicio, la forma en que describe cada metamorfosis es magnifica,te deja un buen sabor de boca.

A pesar de la cantidad de siglos que han pasado desde que fue escrito, es sorprendente cómo las historias que cuenta son parte de la cultura general que está presente en la sociedad actual y pueden ayudar a entender mejor todo el arte en que aparecen reflejados sus motivos mitológicos.

A pesar del paso del tiempo, muchas situaciones y sentimientos de Ovidio siguen siendo plenamente actuales. Para meditar.

Por favor, al niño que acaba de leerse el último de Harry Potter (bendito sea el mago y su contribución al hábito lector de la infancia), ponedle ahora en las manos, en vez del último libro de Dragonlance o sucedáneos, un ejemplar de las Metamorfosis. Además hacerle volver a disfrutar y volver a excitar su imaginación, el niño ganará una obra que querrá revisitar continuamente a lo largo de los años: hermosísimo y lleno de belleza, el libro de Ovidio lo pide. Así que hacedle el favor, pues cuando crezca os agradecerá eternamente tan magnífico regalo (quizás dejándoos en una residencia para ancianos algo más lujosa de lo normal). Y de paso, podéis "tomar prestado" un rato el libro que le habéis dado y leerlo también vosotros. Merece la pena. Una advertencia: el niño puede crecer también algo rijoso. Sucede con obras que excitan tanto la imaginación como esta. Pero ya nadie se escandaliza con los senos de la Venus de Milo, por ejemplo. ¿O sí?