Un libro que es más bien un tesoro (no todos lo son, ni mucho menos!). Lo terminas y tienes la tentación de volver a empezarlo. No lo guardas en la biblioteca (tu modesta biblioteca) sino que lo mantienes en la mesilla de noche por si en algún momento "necesitas" volver a él. "La biblioteca de noche" te enseña a leer la historia, a ser paciente, a buscar el fin último de las cosas, a tratar de averiguar cada recodo y cada variante. Es un descubrimiento constante y por eso esta reseña no desvela más que la sensación que queda en el lector saciado de tanta enseñanza... Léelo y disfrútalo y enriquécete y agradece que alguien te lo haya recomendado tan vivamente hasta convencerte ;-)
hace 4 años