Las cinco historias de amor incluidas en Una vez en Europa son un alegato contra la destrucción de la vida rural. John Berger -«un escritor sin rival en la literatura contemporánea en lengua inglesa», según Susan Sontag- refleja en ellas su modo de entender la realidad. Como él mismo reconoce, «tal vez mi aversión por el poder político, sea cual sea su forma, demuestra que soy un mal marxista. Intuitivamente siempre estoyal lado de aquellos que viven dominados por ese poder.» Como antes de Puerca tierra, destaca aquí ese «realismo limpio» de John Berger, obsesionado por la claridad de una expresión que surge ante nosotros como una poderosa llamada de atención sobre el divorcio entre el hombre y la tierra.