Como tercera al mando y espía de la reina de Tala, Aya ha puesto sus habilidades al servicio de la corona para mantener la magia negra alejada de su tierra. Además, el pacto de sangre que hizo la obliga a proteger a sus compañeros... incluyendo a Will, el ejecutor, mano derecha de la soberana y acérrimo rival de Aya.
Cuando la oscuridad comienza a resurgir, Aya desata por instinto una fuerza olvidada cuya naturaleza la obligará a colaborar con Will para descubrir quién es ella realmente.
Sin embargo, lo que Aya sí tiene claro es que va a convertirse en el arma más valiosa de una guerra terrible, y que su némesis es, quizá, el único que puede ayudarla.