Tras el final de la Segunda Guerra Mundial y la caída de la dictadura nazi, los rusos ocupan la pequeña ciudad de Prenzlau, donde viven el doctor Doll y su familia. Al principio sienten una mezcla de alivio y esperanza, pero estos sentimientos pronto son desplazados por la incertidumbre, la culpa colectiva y la desilusión. Doll es nombrado alcalde y se propone «limpiar» la ciudad de cualquier resto del pasado nazi, pero no será una labor fácil y, decepcionado, se traslada con su familia a Berlín. Pero allí sus esperanzas de un futuro mejor chocarán también con la dura realidad. Su esposa, Alma, que arrastra problemas de salud, usa morfina para calmar el dolor, y pronto ella y el mismo Doll recurren a los efectos de esta droga para huir de un mundo hostil y tratar de despertar de la pesadilla en la que se encuentra sumida la Europa de posguerra.