Simonetta Brey se ha establecido en Menorca, trabaja como médico de familia y mantiene una relación con el pescador Pau Martí, su casero. Durante una visita domiciliaria a la Torre Tudurí, conoce la trágica muerte de Aleksander, el nieto de la familia Dolz Tudurí, con tan solo dieciocho meses, supuestamente de muerte súbita, pero Simonetta tiene sus dudas. Cuando al cabo de poco tiempo fallece también Marianne, la madre del pequeño, en unas circunstancias muy extrañas, nadie cree que se trate de una casualidad. Junto a su enfermero, Sergi, y en colaboración con el policía Darío Ferrer, Simonetta hace sus propias pesquisas.