Es 1996 y Selin se embarca en el segundo curso como estudiante de literatura de Harvard. Aunque el verano ha quedado atrás, no puede dejar de pensar en lo ocurrido durante esos meses en Hungría al lado de Ivan, el chico del que está enamorada. Los últimos emails que han intercambiado no dejan claro en qué términos está ahora su relación, y aunque en la literatura ella disfruta de las historias complejas protagonizadas por mujeres condenadas a la tragedia, en la vida real preferiría no convertirse en una de ellas. Mes a mes Selin construye su futuro como escritora en Harvard, tomando de referencia a autores como Kierkegaard y André Breton para hallar algún tipo de trascendencia en la vida universitaria: las fiestas, el alcohol y -sobre todo- el sexo. Solo un viaje a Rusia le abrirá un nuevo mundo de posibilidades renovadoras, mientras ve cómo se distancia cada vez más de sus dos únicas amigas.