Las revueltas estudiantiles de mayo de 1968 han quedado atrás. Desde todos los rincones del planeta, jóvenes de ambos sexos marchan hacia Katmandú, la ciudad de los dos mil templos al pie del Himalaya. Cada uno tiene sus razones, sus metas. Jane y Olivier han emprendido –cada uno por su lado y movidos por las profundas heridas sufridas en las relaciones con sus respectivos padres— uno de los “caminos” de Katmandú.