No sé si es la obra maestra de Edna O’Brien, como parece que ha dicho Philip Roth, pero es una novela intensa, incluso compleja en su contenido, que no en su lectura. Comienza como novela coral ambientada en un pueblo irlandés, al que llega un extranjero que pronto cautivará a sus habitantes, especialmente a la población femenina. Luego una de esas mujeres, Fidelma, asume el protagonismo de la historia ya hasta el final y vive una serie de experiencias cuya lectura produce sensaciones muy variadas. La autora nos conduce también por Londres y La Haya, y consigue profundizar en un único libro en temas tan variados como el mundo rural, la emigración, las masacres en conflictos bélicos y la eterna lucha entre el bien y el mal.
Creo que el esfuerzo de escribir esta novela debe de haber sido titánico y el resultado es magnífico. Una novela en mi opinión muy buena, atrevida, desgarradora por momentos, incómoda incluso, que invita a reflexionar y que personalmente he disfrutado mucho. No obstante me parece difícil recomendarla, es compleja y muy particular, y no creo que sea del gusto de todos los lectores. Yo por mi parte creo que merece una segunda lectura dentro de un tiempo.