Todos tenemos placeres culpables. Uno de los míos son los libros de templarios, masones, cátaros. Cuando veo un libro que tiene algo de eso en el título, instintivamente me siento atraída, y eso me pasó cuando me crucé con éste en una tienda de segunda mano. La historia empieza con una premisa muy cinematográfica, el asalto al MET de Nueva York a manos de unos individuos vestidos de templarios. Después la cosa se vuelve típica y tópica, no aporta nada nuevo y lo que explica lo hace de manera bastante mediocre. Se salva alguna reflexión de esas que siempre están en estos libros sobre los claros y oscuros de conocer la verdad sobre las religiones, pero sigue sin aportar absolutamente nada que no se trate siempre en este tipo de libros. En fin, para pasar un ratillo de desconexión cuando no te apetece centrarte mucho, y siempre y cuando te hagan gracia estos temas.
hace 7 años