La Niña Que Aprendió A Ser Pizpireta, sumergida en una infancia llena de fantasía y aventureros sueños que le hacen superar las adversidades; va perdiendo con la madurez su capacidad de sobreponerse ante los avatares de su propia existencia. Hasta que llega un momento, en el que decide no continuar. Inspirado en cuentos de autoayuda, como la Princesa que Creía en los Cuentos de Hadas, o el Caballero de la Armadura Oxidada; La Niña Que Aprendió A Ser Pizpireta intenta explicar que, en muchas ocasiones, la vida no consiste únicamente en luchar, sino en detenernos, discernir qué camino a seguir es el que nos indica nuestro corazón, y hacernos cargo de nosotros mismos.