Esta novela de Stephen King, que apenas llega a las 200 páginas, me ha sorprendido gratamente. El resumen es breve, en ella se narra con detalle las vivencias de una niña que se pierde en el bosque. Reconozco que en las primeras páginas pensé que iba a ser una historia monótona y de poca acción, pero poco a poco vi que no era así. Destaca cómo el autor se sumerge en la mente de una niña de 9 años, en los pensamientos y miedos que pasan por su cabeza, y sobre todo observar la transformación, tanto física como mental, que atraviesa.
En mi opinión, tanto la caracterización psicológica de la protagonista como las descripciones de la naturaleza son muy buenas, lo que ha hecho que me quedase atrapada junto a Trisha en el bosque y me perdiese en sus delirios y alucinaciones.
No es en absoluto la típica novela de terror del autor, aunque hay de fondo cierta sospecha de algo sobrenatural, pero me ha parecido una obra entretenida y bastante curiosa dentro de su trayectoria.