El juicio a Gladys Eysenach por el asesinato de su presunto amante, un joven estudiante de apenas veinte años, levanta una enorme expectación en París. La acusada, una mujer madura que se conserva excepcionalmente bella, pertenece a esa alta sociedad apátrida que recorre Europa de fiesta en Fiesta. Envidiada por las mujeres y deseada por tos hombres. Gladys ve cómo su vida se airea impúdicamente frente al juez: su infancia, el exilio, la ausencia del padre, su matrimonio, las difíciles relaciones con su hija, su fama de femme fatale, su fijación con la belleza y la juventud... El público, impaciente por conocer cada sórdido detalle, no comprende que la rica y envidiada Gladys, comprometida con un apuesto conde italiano, haya perdido la cabeza por un joven anodino, casi un niño. ¿Quién era el asesinado? ¿Un amante despechado? ¿Un delincuente de poca monta?¿El testigo incómodo de un secreto inconfesable?¿Se trata de un crimen pasional o de una Iría ejecución? ¿Y por qué la acusada insiste en mostrarse culpable y exigir para si misma un ejemplar castigo? Con una escritura ligera e incisiva y una intensidad dramática que mantiene el suspense hasta el final. Némirovsky explora en Jezabel la obsesión morbosa con la belleza y el poder embriagador que otorga la seducción, y demuestra, una vez más, su extraordinaria capacidad para explorar los recovecos de la psicología humana.