Hace poco leí “Un viejo que leía novelas de amor”, del mismo autor y que me encantó, así que no pude evitar comprar este libro cuando lo vi en una librería de segunda mano. Ya el título nos adelanta lo que su lectura nos aportará, una novela amable, escrita en un registro familiar, sencillo y muy cercano, que nos cuenta la historia de una gaviota que en su último esfuerzo antes de morir pone un huevo y lo deja al cuidado del gato Zorbas.
El relato está ambientado en el puerto de Hamburgo y en el fondo subyace el daño que algunos seres humanos provocan en el entorno que les rodea. Como contrapartida encontramos una bonita fábula que nos habla de solidaridad, lealtad y amistad, y que nos recuerda que “sólo vuela el que se atreve a hacerlo”. Una lectura entrañable y positiva, recomendable a cualquier edad.