Jack Stapleton es un prestigioso forense que ejerce junto a su mujer, Laurie, en Nueva York. Su altísimo ritmo de ejercicio físico le provoca una lesión de la que no pueden operarle hasta que pase un tiempo. Pero Jack, impaciente por verse recuperado, consigue que un especialista acceda a intervenirle de inmediato en un nuevo centro hospitalario privado que han abierto en la ciudad. Laurie, sin embargo, recela de la reputación de este hospital. En los últimos meses muchas de las personas que han entrado en sus quirófanos para operaciones que no comportaban riesgo alguno han fallecido en las veinticuatro horas posteriores a la cirugía… y el cadáver de uno de ellos ha acabado sobre su mesa de autopsias. ¿Qué se esconde tras las puertas de los quirófanos de esta clínica? Y, sobre todo, ¿por qué el equipo médico del hospital es incapaz de erradicar este letal riesgo a pesar de que ha tomado todas las medidas que estaban en sus manos?