El manuscrito Voynich es seguramente el libro más misterioso de la historia o, al menos, el más mediático en estos momentos. Su importancia pudiera ser mucha o ninguna, dependerá de si algún día se puede descodificar y, sobre todo, del mensaje que se pueda hallar en su interior. Los grandes secretos siempre lo son, hasta que dejan de serlo, cual artificio de mago, adivinado el truco se acabó el espectáculo. El mayor ejemplo de lo anterior sucedió el 15 de julio de 1799 cuando el soldado frances Pierre-Francois Bouchard encontró por casualidad una piedra cerca de la localidad de Rashid. Tras la dura campaña posterior del enemigo, la piedra acabó bajo la posesión inglesa con la capitulación de Alejandría. Desde 1802 está expuesta en el museo británico; es la piedra Rosetta. Dicha piedra no solo tuvo interés puramente histórico o arqueológico, sino que gracias a su descubrimiento, se pudo entender la escritura jeroglífica que se había perdido con los siglos. Esta “simple” piedra de granito negro y 760 kilos abrió un nuevo horizonte en el conocimiento de la antigua cultura egipcia. El manuscrito Voynich pudiera ser la “Rosetta”de nuestros días, si alguien consigue descifrarlo podría tener un impacto sin precedentes. Son numerosos los estudiosos que ven en él algo que cambiará el mundo. Otros, piensan que no tiene interés alguno. El manuscrito Voynich es, resumidamente, un libro ilustrado y escrito en un alfabeto hasta la fecha indescifrable. Pruebas de Carbono 14 lo han datado entre 1404 y 1438. Ha sido sometido a numerosos y pormenorizados estudios que, hasta la fecha, no han conseguido desvelar su significado. Teorías hay cientos; origen alquímico, un tratado astronómico, un estudio botánico o médico, un compendio de historia extraplanetaria o, simplemente, y mucho más sencillo, un engaño. El tiempo nos dirá algo seguramente, hasta ese momento seguiremos anclados en el misterio (lugar donde se forjan los sueños). Con estas premisas el autor Ivan Incerti Morales nos hace partícipes de una carrera por el conocimiento, el poder de las altas esferas, las organizaciones en la sombra y siempre con el nexo de la búsqueda de la verdad como fin último. Tenemos a una Europa de posguerra como telón y superficie de juego de esta ópera de rol jugada por muchos peones de intereses diversos. De ritmo endiablado y con los mejores toques de “la novela negra” acuñada por Raymond Chandler, El Códice Voynich se perfila como un muy respetable divertimento entorno a uno de los grandes misterios de nuestros tiempos, ensamblando a unos personajes que enmarcan un tiempo de espías, de deslealtades y de supervivencia, en la que las reglas del juego se modificaban a mitad de partida.
hace 6 años