Entretenida aventura del investigador Pendergast sin ser de las mejores. Esta vez lo que cambie es el escenario desrrollandose en su mayor parte en un transatlántico. Para pasar un buen rato.

Después de la trilogía de Diógenes llega otro libro de Pendergast. Comienza en el Tibet, aunque toda la intriga se desarrolla en un transatlántico de lujo. Pendergast sigue siendo un James Bond, que de todo sabe, dándole el contrapunto en esta novela su pupila Constance. Quizá he echado de menos a los policías de Nueva York (D'Agosta, Laura...) que hacen los libros un poco más humanos, pero aún así mantiene la intriga y entretiene, que es de lo que se trata.

Es un libro de lo más entretenido..... Mientras lo lees no te puedes desenganchar facilmente. Reconozco que soy fan de sus autores.....