Resumen

Rastreando en legajos olvidados y haciéndose eco de las historias que la tradición popular había convertido en verdaderas leyendas, Alexandre Dumas fue entregando a la imprenta la reconstrucción fidedigna de todos aquellos crímenes históricos que habían llegado a ser célebres, ya fuera por lo macabro y sangriento de su ejecución, o por el horror de la propia justicia de la época, que aplicaba la tortura más inhumana para conseguir las confesiones de los condenados. El misterio, el horror, las escenas de pesadilla, la tortura, el desenfreno de las pasiones... son los elementos de los que se nutre la literatura gótica, y que Dumas recogió de la realidad para dar cumplido testimonio a sus lectores del tenebroso corazón de los hombres. De esta diversidad de «dramas judiciarios», tan del gusto de un público romántico ávido de horrores, hemos escogido cuatro casos que destacan por su truculencia e intensidad dramática: Los Cenci, La Marquesa de Brinvilliers, Urbano Grandier y Vaninka.

1 Críticas de los lectores

6

En primer lugar, este libro no debería estar contenido en una colección de novela gótica, es inadmisible y una soberana estupidez. En lo que respecta al libro señalar que es muy desigual en su concepción. O bien se opta por una historia novelada o una crónica, pero no ambos a la vez. Los dos primeros relatos: Los Cenci y la Marquesa de Brinvilliers me han aburrido soberanamente y están muy mal concebidos. Porque soy un enamorado de Dumas, pero casi desisto de continuar. Con el siguiente relato, Urbano Grandier, la cosa ha mejorado ostensiblemente (tampoco era muy complicado) pues ha pasado a novelar la historia real de Urbano, con lo que el texto gana en agilidad e interés por parte del lector. Y el último, Vaninka, se acerca más a la esencia de Dumas, historia de folletín, que sin ser una maravilla permite que la obra vaya de un nivel bajo a uno medianamente aceptable. La nota otorgada está referida a estos dos últimos. Los dos primeros me parecen incalificables.

hace 3 años