Las andanzas de August Zollinger son solo una búsqueda, pero una búsqueda desesperada. No importa el tiempo, no importa el dolor, tampoco las veces que los sueños naufraguen, Zollinger quiere ser impresor y hará cuanto esté en su mano para conseguirlo. Ocupe el puesto que ocupe, siempre tratará de ser el mejor, de ser feliz. La novela del sacerdote Pablo D'Ors (Madrid, 1963) es una invitación a la resistencia y a creer en uno mismo, una llamada a la esperanza en un mundo caótico. Como Andrés Ibáñez dice en el prólogo: "Hay una posibilidad de vivir y de experimentar la plenitud de la existencia en cualquier lugar, con trabajo o sin trabajo, con amigos o sin amigos, con casa o sin casa, con proyecto o sin proyecto, con reconocimiento o sin él, algo que tiene que ver con la aceptación, con la nobleza, con la ilusión, con la gratitud, con la capacidad de asombrarse, con la atención cuidadosa a lo que se tiene entre manos y con el descubrimiento tranquilo de la sorprendente belleza que tienen todas las cosas en todas partes."
hace 9 años