Novela solo para vacaciones, para pasar el rato. Nada que sea deslumbrante. Mucha descripción innecesaria de escenarios, como casas, techos, oficinas, moteles, muros, ascensores, autopistas, palmeras, mapas, etc., etc. El final es demasiado abrupto después de toda esta descripción de relleno, dejando preguntas en el aire, aunque tiene el mérito de ser un tanto inesperado.

Una novela de detectives de las de antes. Narrada en primera persona, no hay teléfonos móviles, ni nuevas tecnologías, ni escenas de acción. Solo la inteligencia de la protagonista, que basándose en las entrevistas con los involucrados descifra el misterio. Quizá le falta algo de ritmo, pero aún así merece la pena.

Novela de lectura rápida. Nada del otro mundo. Ideal para leer en el transporte público.

Ya lo he terminado y tengo que decir que me ha dejado indiferente. Vamos, una novela negra simplona, como un típico episodio de una serie policíaca. Le doy un 7 porque sirve para pasar el rato, pero por lo demás, me ha parecido demasiado corta y poco enrevesada, además de tener los grandes tópicos de este género. Y el final ha llegado demasiado apresurado, como si la autora tuviera prisa por acabar.