Siempre debería de haber un huequito entre nuestras lecturas para bellas historias como esta. Esta autobiografía excepcional y narrada con una dulce sensibilidad nos la cuenta una niña, ahora mujer, que fue adoptada sin saber que lo era, por un matrimonio evangelista, estricto donde los haya y el cual volcó a la protagonista de esta historia a mantener una vida plenamente religiosa y tradicional. Así de primeras vemos que es un tema muy manido, ningún detalle nuevo que aportar y es cierto, pero solo la manera de narrar y contar paso a paso cómo fue la infancia, juventud y en la actualidad su madurez merece la pena introducirnos en su mundo y ver que no es una historia más sino algo digno de admirar, ya que el desenlace merece toda nuestra admiración. Hoy en día este tipo de acciones se podrían atribuir a un comportamiento de abuso o maltrato infantil, en la época en que la protagonista lo vivió no se trataban con tanta dureza pero sí que los comportamientos de sus padres adoptivos fueron criticados y reprendidos en cierta medida, eso claro, afectó a la educación de la niña y su integración en la sociedad. Actualmente Jeannette vive feliz y plenamente integrada pero sobre todo libre para poder elegir y tomar sus propias decisiones. Está claro que esta historia es una voz femenina que quiere ser escuchada para aquellas personas que hayan pasado por un caso similar y que sepan que "se sale", por mucho que tus padres sean tus padres no tienes que estar condicionado por ellos hasta el fin de tus días y Jeannette así lo demuestra. En resumen, es una historia completa y plena, cortita con unas ilustraciones preciosas, está contada con toda sensibilidad y no se hace pesada en ningún momento, aporta más de lo que podemos esperar.
hace 3 años