Interesante novela histórica sobre la azarosa vida de un eslavo del siglo XI que acaba siendo una pieza fundamental en la taifa de Zaragoza por su estrecha vinculación al poder político. En realidad es el único protagonista, ya que el resto de los personajes no tienen apenas peso en la trama, salvo cuando interactúan con él. Aporta mucha información sobre la cultura del mundo musulmán y aunque es una obra muy amena, en determinados pasajes quizás sobran referencias a la literatura o, como comenta otro lector, a la gastronomía por la excesiva descripción de los platos que se consumían en las celebraciones. Pese a algún fallo como afirmar que la caravana en que viaja el protagonista recorre en 2 días la distancia entre la costa marroquí y Marrakech- -imposible en aquella época porque hay 200 km-, es una obra plenamente recomendable porque se aprende mucho sobre la España musulmana de ese siglo de una manera bastante entretenida.

Narrado en modo "Libro de historia". En este libro el autor quiere transmitir los errores y grandezas de una época y a su vez que sirva de aprendizaje para las actuales generaciones. El trabajo de recopilación de datos históricos es realmente extraordinario, pero el autor se olvida totalmente de los personajes, excesivamente planos y apenas desarrollados, de los que no sabemos ni lo que piensan ni sus sentimientos. Al final, el libro se queda más cerca de ser un libro formativo que propiamente literatura. El exceso de datos irrelevantes como por ejemplo las numerosas veces que se describe el menú de la época lo hacen sumamente aburrido. Una decepción sobre un libro en el que tenía mejoras expectativas.