Soy un lector de estómago agradecido, pero lo cierto es que no me ha gustado nada este libro. Su autor repite unos cien millones de veces lo famoso que es desde que publicó su historia en Twiter, lo mucho que ha cambiado su vida y lo mucho que lo conocen por la calle. Stephen King debe morir de envidia. Por lo demás, una mezcla de ideas que repite una y otra vez al estilo de un hámster que recorre hectómetros en una rueda pero que en ningún momento se ha movido del sitio. Un libro improvisado. Una pena, ya que su historia de Twitter me gustó mucho. Me encantaría que trabajara una novela con tiempo, seguro que tendría un resultado mucho más interesante.
hace 6 años