Es una novela bastante introspectiva, narrada en 1ª persona por su protagonista, Nomi Nickel, una adolescente que pertenece a una comunidad menonita canadiense y que vive con su padre después de que su hermana mayor y su madre los hayan abandonado. A las dificultades propias de la adolescencia, se une su sentimiento de pérdida por la disgregación de su familia y la asfixiante presencia de la comunidad religiosa en la que vive, llena de normas contradictorias que regulan la convivencia y que ella siempre desafía, no tanto por provocación como por la desesperada necesidad de ser ella misma. Como toda novela de descubrimiento y de paso de la adolescencia a la edad adulta, es inevitable tomar como punto de referencia "El guardián entre el centeno", aunque en este caso el viaje de la protagonista es sólo interior, pues permanece anclada a su comunidad, en la que busca sin éxito su propio lugar. Una protagonista desorientada, compleja, confusa y con una mirada irónica sobre la esencia de las comunidades fundamentalistas, que, a pesar de su intención de ser un refugio de amor y solidaridad, fomenta la represión, la hipocresía y la anulación personal a través de la vergüenza, la culpabilidad y la condena del individualismo.
hace 12 años