Ambientada en una Estocolmo plagada de suciedad y miseria y en la que la vida de sus habitantes vale menos que un vaso de aquavit, una absorbente novela que se lee de un tirón, pone los pelos de punta en más de una escena (la de la huida es tan asfixiante que tuve que cerrar el libro unos segundos) y deja con ganas de más.
La mala noticia es que una vez comienzas a leer es imposible dejarlo y la terminas en apenas unas horas. La buena es que forma parte de una trilogía por lo que habrá otras dos.
Con alguna similitud con ’El perfume’, una novela negra aterradora, muy recomendable para fans del género pero no apta para estómagos sensibles: algunos detalles son tan macabros que dejan mal cuerpo.
JGF (Quelibroleo)