Vivir a muerte es la selección de las últimas cartas de condenados a muerte en los campos de concentración franceses en la ocupación alemana. Un último mensaje que a veces es piadoso, a veces rencoroso, valiente o temeroso, desesperado o tranquilo. Es un fresco de la condición humana colocada en la situación más extrema posible: la de una muerte segura. ¿Con qué derecho podemos leer, publicar o comentar estos últimos mensajes de condenados, cuando han sido destinados a los parientes, a los esposos, a los próximos que querían? Un testimonio personal y real de personas que ya no tenían nada que perder. Con el derecho y el deber de la fraternidad humana: estas últimas cartas se dirigen a nosotros. Porque hablan de la vida de estos hombres y de estas mujeres, lo que cuenta frente a la muerte, palabras de hombres sobre la vida del hombre. Y también porque los condenados han querido explícitamente que el sentido de su compromiso, de sus vidas, de su muerte llegue a nuestro conocimiento. Texto de Francois Marcot, autor del prólogo.