Con apenas dieciséis años, Vespasiano deja la granja en la que vive con su familia para alistarse en el ejército, pero a su llegada a Roma, los acontecimientos le arrastran por otros derroteros y al inicio de una de las carreras políticas más fulgurantes de su tiempo. Mientras el emperador Tiberio se encuentra retirado en Capri, el poder recae en las garras de Sejano y su Guardia Pretoriana, que ha puesto en marcha una grandiosa maquinaria de informantes para evitar cualquier ataque contra su autoridad. Es en este ambiente donde el joven Vespasiano se introducirá –y el lector con él– en el círculo de algunos hombres importantes de Roma, y donde hará tanto a peligrosos enemigos como a no menos peligrosos amigos, como es el caso de Calígula, hasta el punto de verse involucrado en una conspiración contra Tiberio. Enrolado en el ejército, tendrá ocasión de descubrir una compleja trama para derrocar a Tiberio, al tiempo que lucha contra los temibles partos.