Es buenísimo! No me extraña que en aquella época no dejaran publicarla. El autor no tiene pelos en la lengua, y nos pinta un cuadro excelente sobre la corrupción política y judicial.
Además, la novela está narrada en forma muy amena y no puedes dejar de leerla esperando a ver qué pasará, sobre todo la última parte.
Tiene un toque de aventura, con el protagonista buscando el tesoro de un barco hundido hace siglos y también tiene una bonita historia de amor.
Otro aspecto a destacar son los personajes, cada uno de ellos está muy bien perfilado psicológicamente, sus diálogos y sus reflexiones no tienen desperdicio.
Altamente recomendable.