Un planteamiento muy original. Lo mejor de la novela es la forma del relato, no tanto el contenido. Las alucinaciones del personaje, aunque son un verdadero disparate, se presentan coherentes para el lector. Su propia locura, contada en primera persona, que le hace vivir dando saltos en el tiempo, sirven de excusa para que el narrador se salte las normas y fragmente la historia saltando de la vejez a la infancia, del exmarido al novio, etc. Parece que el escritor hubiera pensado antes la forma en que quería construir la novela y después haya buscado un contenido que tuviera sentido. Es una propuesta diferente y merece la pena su lectura.
hace 11 años