Con el mismo humor irreverente de Estúpidos Hombres Blancos y de ¿Qué han hecho con mi país, Tío?, el polémico director de Fahrenheit 9/11 ataca sin complejos en este libro a los peces gordos de la política y del mundo empresarial globalizado, que son sus peores enemigos, y lanza una corrosiva crítica contra esa pequeña minoría que maneja siempre el cotarro, poniendo al descubierto sus puntos débiles, que también los tienen, por mucho que se crean los amos del mundo.