Rompiendo el molde de la autobiografía, Moore presenta veinticuatro relatos de distintos ámbitos, irreverentes escenas de los primeros años de su vida. En un momento es un niño de once años perdido en el Senado al que encuentra Bobby Kennedy, y al siguiente, está en el cementerio de Bitburg con un Ronald Reagan aturdido y desconcertado.
En un fastforward hasta 2003, asombra al mundo desde el escenario de los Oscar con las palabras «Vivimos en tiempos ficti- cios... con un presidente ficticio» en lugar del habitual «Quiero dar las gracias a la Academia». Y nada de eso se acerca a la noche en que un amable sacerdote decide enseñarle cómo hacer un exorcismo.