La acción comienza en el salón de un piso compartido. Tres estudiantes, que aspiran a convertirse en directores de cine, preparan el guión sobre el cual rodar un cortometraje que les han encargado como trabajo de fin de carrera. Entre vapores de marihuana y cerveza, Carl Emerson, Keith Lake y Greg Palmer discuten sobre cómo llevar a buen puerto ese guión.En otra zona de la ciudad Albert Armeta y Henry Conti torturan a una persona por encargo de su jefe, Adrian Price, importante capo que tiene para ellos un nuevo encargo: hacerse con la grabación íntima que un desaprensivo ha realizado a su única hija, Barbara Steel. Mientras tanto, tres pequeños traficantes de droga (Raymond, Arthur y Christina), planifican la recolecta de un cultivo de marihuana que ya tiene comprador. Cómo pueden todos esos personajes llegar a coincidir sin conocerse? Ese es el leit motiv de una novela a capricho del autor, que comienza directamente con un diálogo en una aventura donde no se especifica la ciudad donde transcurre la acción, ni los días o las horas, solo el objetivo de crear una loca historia para pasar un buen rato con innumerables referencias al cine, y donde cada uno de los nombres de los personajes es un homenaje a grupos de música, actores de cine o personajes de novela.Un guión de cine que tropezó y se convirtió en una novela. Eso es The Holy Cannabis.