Venecia 1618. El duque de Osuna, virrey español de Nápoles, está dispuesto a todo para acabar con el poderío de Venecia y asegurar la hegemonía hispana en todas las zonas del Mediterráneo. Su jefe del servicio secreto, Francisco de Quevedo, con la ayuda del capitán Álvaro de Roa, urde un complot en el que se entretejen intereses franceses, españoles, alemanes, ingleses, húngaros y hasta del Vaticano. Una conjura para acabar con el gobierno del Dux y el consejo de los Diez, entre los que puede haber algún traidor al servicio de España.