Quizá la marca más característica del pensar poético de Ángeles Mora, eso que se suele llamar «la voz del poeta», sea el haber asumido la condición del yo no como algo sustantivo sino como algo siempre relacional, construido en conexión con el mundo y consigo misma. Así, libro a libro, ha ido abriendo un camino reconocible, muy personal, hasta obtener importantes reconocimientos como el Premio de la Crítica (2015) y el Nacional de Poesía (2016), ambos por su libro Ficciones para una autobiografía. En Soñar con bicicletas encontramos una poesía feminista, comprometida y crítica con un mundo que nos hace y deshace cada día. Poesía que piensa, que busca la llama de la razón y la belleza. Palabra que se adentra en las profundidades del ser y la existencia, poniendo en evidencia nuestra cotidianidad rota, nuestras contradicciones. Un libro dividido en cuatro partes, en el que se vuelven a hacer patentes las preocupaciones de la autora: el paso del tiempo, el amor, la luz que habita la poesía, los rotos que se abren en nuestra propia carne, la intensidad o la emoción del poema, el submundo que nos ahoga. La mujer toma aquí la palabra para decirse y decir la vida, esa vida que día a día se nos escapa entre los dedos «como el agua traspasa el colador».