El protagonista de la novela es Arimnestos. La historia está contada en primera persona y es el propio Arimnestos quien está contando la historia de su vida a su hija. Todo comienza cuando tan solo era un niño que vivía con su familia en una pequeña granja en Plataea. Aunque hijo de un herrero, recibió buena educación y entrenamiento en las arte de la guerra por un viejo soldado. Estalla la guerra contra Esparta y, tanto él como su padre y hermano, luchan codo con codo en la batalla de Platea. En esta dura y legendaria batalla aunque fueron los griegos los que salieron victoriosos, el final para Arimnestos estuvo marcado por la tragedia, un cruento final que marco su destino de por vida. Su padre es asesinado por su propio primo Simon, su hermano también muere y él cae inconsciente en el campo de batalla y al despertarse se ve convertido en esclavo. Es aquí donde comienza a fraguarse la historia de El asesino de hombres. Traicionado por su primo es enviado como esclavo a Ephesus donde sufrirá las vejaciones de la esclavitud. Sin embargo la suerte se pondrá de su parte y será comprado por un rico mercader y también poeta de Ephesus llamado Hipponax. En el seno de esta familia es tratado como uno más. Se hace muy amigo del hijo, Archilogos, con quien comparte clases de lucha y el manejo de las armas, y comienza a despuntar como un gran luchador. Sin embargo el amor que siente por Briseida, hermana de Archilogos, terminará con esa relación de fraternidad.
El conflicto entre persas y griegos continúa y Arimnestos valiéndose de su don para la guerra decide ganarse la vida en el campo de batalla, teniendo como imagen a imitar el personaje de Achilles de la Iliada.