En las piezas reunidas en Rebeldes, soñadores y fugitivos palpitan las pasiones fundamentales de la vida y la obra de Osvaldo Soriano: el fútbol (están aquí sus singulares cuentos patagónicos, en los que aparece por primera vez el Míster Peregrino Fernández), la literatura a partir de escritores emblemáticos (sus retratos de Cortázar, Borges, Caldwell y García Márquez), la figura de su padre entreverada con las de El Gordo y el Flaco (los personajes de su novela inicial) y la política (el exilio, el retorno y los primeros años de la democracia, pero también Cuba y Nicaragua). Escritos, la mayor parte de ellos, en los años ´80, y puestos en contexto con sus propias notas introductorias, los textos de este libro son muestras contundentes de la maestría con la que Soriano transitaba el difuso territorio que entrelaza al periodismo con la literatura