Margulis despliega ante nosotros historias de hombres y mujeres —algunos reales, como J.R. Oppenheimer, el padre de la bomba atómica, y otros de ficción— dedicados en cuerpo y alma a la ciencia. Por estas páginas pasan jóvenes aspirantes a científicos abrumados por el peso de sus propias pretensiones y temores; niños y adultos que encuentran en la ciencia refugio ante una realidad hostil o una vía de escape para sus frustraciones; hombres en cuyas manos estuvo el destino de millones de seres humanos y no supieron, o no quisieron, cuestionarse las consecuencias de sus actos... Con precisión a veces escalofriante se diseccionan sus sacrificios y renuncias, sus obsesiones y pasiones, la ecuación a menudo insoluble del anhelo de saber y las concesiones del vivir. Y, sin embargo, quizá no haya que renunciar a la esperanza de que conocimiento y vida coincidan, aunque sólo sea en el efímero vislumbre que permite el centelleo de un pez luminoso.