Durante su regreso a Nigeria, a finales de 1959, y después de pasar cinco años en Inglaterra, Wole Soyinka (Premio Nobel de Literatura en 1986), emprendió un largo viaje por el este del continente africano para estudiar las diversas manifestaciones del mito y del ritual, por su capacidad de representar la inalterable identidad cultural de la región en unos tiempos de cambio político. Para Soyinka, la vida es un viaje, y el mal estado de las carreteras de su país, una metáfora de lo difícil que resulta en África recorrer el camino hacia las libertades En este apasionante volumen autobiográfico, que tiene mucho de testimonio reivindicativo de los derechos humanos, Soyinka nos enseña qué significa ser un intelectual comprometido. Rememora su vida de escritor y activista político, desde sus días de estudiante en Gran Bretaña, su lucha constante, a veces desde la prisión o desde el exilio, contra la sucesión de dictaduras en Nigeria, contra la humillación y la corrupción de una sociedad sometida al poder militar. El discurso autobiográfico está entreverado de episodios personales, de amigos y familiares, de viajes al extranjero y de escritores, de éxitos y fracasos personales. Wole Soyinka (Abekouta, Nigeria, 1934) es uno de los escritores más importantes del África contemporánea. Doctor honoris causa por Harvard y Princeton, y Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO.