Dice el autor en el prólogo: «Este libro no es precisamente un libro científico ni erudito. Pretende sólo divertir al lector con la historia de unas cuantas palabras que me han parecido curiosas de seleccionar. ¿Quién sabe, por ejemplo, que la palabra "tragedia" deriva del cabrón? ¿Sabes que la palabra "trabajo" deriva, muy justamente a mi entender, del nombre de un instrumento de tortura? ¿Que asesino viene de hachís, que burdel es una palabra de origen catalán, que canapé tiene su origen en la palabra "mosquito"? He procurado mezclar en los artículos que a ello se han prestado anécdotas de los personajes protagonistas, refranes o consideraciones varias».