Lo mejor : los personajes. La trama es buena pero desde mi punto de vista le falto mas emocion y giros ala historia, nunca aburre y muy entretenido y facil de leer.
hace 11 añosSi en Dinero fácil los bajos fondos de Estocolmo eran los protagonistas absolutos, en Nunca la jodas sus antihéroes se siguen moviendo como peces en el agua entre maleantes, estafadores, mafiosos y ex convictos. Jorge, Mrado y JW ceden la batuta a Mahmud, Niklas y Anders, pero sin llegar a desaparecer de escena. A Mahmud no le queda otra que acabar trabajando para el capo yugoslavo Radovan tras su paso por la cárcel. Niklas vuelve a casa de su madre después de unos difíciles años en Irak enrolado en una organización militar. Y Thomas Andrén se debate entre policía corrupto y delincuente de poca monta. Un caso de asesinato en el que hay más sombras que luces se convierte en una niebla que envilece las calles de la capital, y además hace que los protagonistas tropiecen con algo que podría resultar demasiado grande… Incluso para la propia Suecia: la muerte del primer ministro, Olof Palme.
Lo mejor : los personajes. La trama es buena pero desde mi punto de vista le falto mas emocion y giros ala historia, nunca aburre y muy entretenido y facil de leer.
hace 11 añosAunque desde luego la primera parte es más completa y más compleja, esta segunda también es destacable en su retrato de los bajos fondos de Suecia. Resulta de lo más chocante enfrentarse en estos libros a ese submundo que podemos relacionar con ciudades como Nueva York o Londres, pero que nos resulta insólita en la imagen que tenemos de Suecia, a pesar de tanta novela negra como nos llega del frío. Sin duda, es lo más destacable del libro, además de su estilo corto y conciso, fácil de leer. Los personajes son lo mejor de la historia, llenos de ambigüedad y de luces y sombras: ningún personaje ( o casi ninguno ) es totalmente malo o totalmente bueno, todos tienen sus virtudes y defectos.
hace 12 añosComo en el primer libro (que, por cierto, es independiente respecto a este), el autor muestra un estilo peculiar: directo, dinámico y casi cinematográfico. Prima la acción, los personajes ambiguos y una visión de Suecia que bien podría entenderse como una metáfora de la sociedad occidental, que se esfuerza por enterrar su pasado bajo la alfombra y en el que la adaptación de la población inmigrante no es tan perfecta como parece. Moviéndose siempre en el ámbito de la marginación, la delincuencia y la ambigüedad moral, Lapidus muestra una cara de Suecia que la alejan de su imagen de sociedad utópica y feliz, en la línea marcada por la novela negra escandinava. Sin llegar a tener el mismo nivel de la primera, no deja de ser una eficaz novela de género.
hace 12 añosEsperaba muchísimo mas. Decepciona bastante en vista de lo que fue la primera parte. La historia no llega a enganchar con el lector.
hace 13 años