Antes de leer "No madres" expresaba abiertamente mi falta de deseo de ser madre ante la presión social que toda mujer experimenta al alcanzar cierta edad y cierta estabilidad económica y amorosa, pero luego, en mi interior, me preguntaba si no sería una persona egoísta por no querer dedicar mi tiempo a un hijo o si es que todavía no había sentido la "llamada" de la naturaleza. Quería pensar interiormente que quizá todavía no me sentía preparada, a lo mejor más adelante me entraría el instinto maternal, al fin y al cabo es algo que a todas las mujeres les llega, ¿no? Después de leer este libro me he dado cuenta de que ni soy egoísta ni tengo por qué llegar algún día a ser madre por el simple echo de ser mujer, ni que tenga que sentirme mal por no quererlo. Simplemente, habemos mujeres que no queremos ser madres, igual que hay hombres que no quieren ser padres y nadie los juzga por ello. Simplemente, habemos mujeres que queremos dedicar nuestra vida a algo diferente a criar un hijo. Y no somos ni mejores ni peores, somos dueñas de una decisión como otra cualquiera.
hace 7 años