Este álbum fue calificado en 2007 como Libro de Honor por el comité del Premio Theodor Seuss Geisel, que se le concede a las mejores obras infantiles publicadas en Estados Unidos, en homenaje a este conocido autor, que decía que los niños buscan lo mismo que los adultos: "Reírse, cambiar, entretenerse y disfrutar". También fue nombrado como Libro Distinguido por la Asociación Americana de Bibliotecas e incluido por la Biblioteca Pública de Nueva York en la lista "Uno de los cien libros para leer y compartir". La autora recrea una experiencia de su niñez, cuando se sentaba con su hermana sobre una caja que había de camino a su casa. Apuesta por seguir potenciando esa economía de recursos de antaño: sin apenas nada con lo que distraerse, los niños pueden convertir el más sencillo de los objetos en el más maravilloso de los juguetes. Se trata de un álbum curioso e interesante, tanto por el contenido como por la presentación, ya que las cubiertas imitan la textura, el color y la apariencia de las cajas de cartón, incluidas las indicaciones sobre la correcta posición del bulto. La autora emplea una línea argumental muy sencilla, de frases cortas y directas, a modo de diálogo entre el protagonista y una voz omnisciente que le interroga sobre la utilidad de este envoltorio. Su lectura está recomendada a partir de 3 años.