Una repentina y enigmática invasión de murciélagos asola Nueva York, pero nadie lo sabe hasta que las víctimas empiezan a contarse a decenas. Una intrépida científica y un tenaz inspector de policía están al corriente de los hechos desde el inicio de los pavorosos ataques, pero sólo la sangre de los volantes ha conseguido que las autoridades asuman el problema en su verdadera dimensión.