Ya antes de empezar la lectura llama la atención el título, que nos recuerda la famosa obra de Louisa May Alcott. Pero el paralelismo no se queda solo en el título, porque Olga Fernández Txasko escribe la historia de cuatro jóvenes, también hermanas, como esas primeras “mujercitas”, y que, al igual que ellas, parte de su juventud transcurre durante la guerra civil, en nuestro caso la española. La autora se inspiró en la vida de su abuela y sus hermanas para escribir esta novela. A raíz de esa fuente original, crea una obra de ficción realista y verídica, basada en unos hechos históricos que marcaron a los que los sufrieron y a las generaciones posteriores.
Blanca es la protagonista y narradora principal. Es la segunda de cuatro hermanas, que viven con sus padres en Vitoria, en casa de la abuela paterna. Pero una oferta laboral hará que la familia se traslade a Guernica, donde vivirán felices y con mayor libertad. Una alegría que pronto se truncará en tristeza y preocupación. Las noticias de la guerra y la agitación popular van in crescendo, hasta el terrible día de abril de 1937 en que la devastación llega a Guernica. Un hecho dramático del que todos hemos leído y visto imágenes en numerosas ocasiones; no obstante, leer esa parte de la historia narrada en primera persona toca la fibra y vuelve a emocionar al lector.
Me gustaría destacar la ambientación de la novela, especialmente la parte histórica, que plasma una serie de acontecimientos de la guerra civil y refleja, a través de las vivencias que atraviesan las protagonistas, las circunstancias que tuvieron que sobrellevar miles de personas, como el dolor por la pérdida de los seres queridos, el exilio indeseado y la incertidumbre sobre el futuro.
Los personajes están bien perfilados y diferenciados. Así, pronto vemos como es Blanca, la hermana protagonista, la que, a pesar de no ser la mayor, con su personalidad y fortaleza mueve a la familia cuando esta se encuentra desvalida. Es muy interesante analizar su gran capacidad de resiliencia, cómo, a pesar de que las adversidades la golpean una y otra vez, marcando su carácter y despojándola de aquello que más quiere, incluso de sus sueños e ilusiones, consigue levantarse y seguir adelante.
La portada de la novela, con el dibujo de cuatro expresivos rostros femeninos, me ha parecido muy acertada y simbólica. Narrada en primera persona, lo que la hace muy cercana al lector, Mujercitas de Guernica es un emotivo viaje al pasado, una historia de supervivencia que daría para comentar mucho más, pero no es mi intención destripar la trama. A pesar del dramatismo que conlleva, la autora rescata la vida de su “amama” en un relato lleno también de solidaridad, amistad y bondad. Y, sobre todo, es una lectura amena y absorbente que te hace soltar alguna lágrima. (Esther Rodríguez, 2 de junio de 2023)