Reyes, príncipes, marajás, políticos, empresarios, aviadores, jockeys eran los clientes habituales del restaurante más famoso de París durante la Belle Époque, el célebre Chez Maxim’s. Y el guardián de todos los secretos, chismorreos e intrigas era un humilde botones, cómplice y censor de las noches locas parisinas. En sus memorias, reescritas y editadas por Raymond Queneau, José Roman nos ofrece el espectáculo de una sociedad decadente y frenética a lo largo de las primeras cuatro décadas del siglo XX. Así, nuestro protagonista se codea con príncipes, cortesanas, grandes empresarios, le Tout Paris de los años veinte y nos revela a través de su oficio los secretos e intrigas que tuvo ocasión de presenciar. Incluye un prólogo del periodista y escritor Matías Néspolo.
Aparte de algunas noticias autobiográficas poco se sabe de José Roman, un joven español que por una serie de circunstancias acabó siendo botones en Chez Maxim’s y que se convirtió en el guardián de los secretos de los personajes más influyentes del momento. Su oficio consistía en complacer todos los vicios y necesidades de los clientes del restaurante más prestigioso de París. José Roman decidió poner por escrito sus memorias a través de la pluma de un joven escritor que estaba intentando hacerse un nombre a través de sus artículos en el periódico La Critique Sociale: Raymond Queneau.