Moscú, 1934. El bullicio de manifestantes en favor del régimen soviético llena las calles. En cambio, en los pasillos de la Lubianka, cuartel general de la temible NKVD, reina un silencio roto a golpes por los guardias y a gritos por los detenidos. Allí dentro, el suboficial Volodia Gubin practica un juego cruel: el de la destrucción física y mental de un gran poeta.El guionista Felipe Hernández Cava y el dibujante Pablo Auladell, Premios Nacionales de Cómic, se abisman en las profundidades de uno de los períodos más siniestros de la historia del siglo XX.